MARE NOSTRUM O LA CONQUISTA MUSICAL DEL MEDITERRÁNEO
Festival Kagel, organizado por el Centro de Experimentación del Teatro Colón
Teatro Margarita Xirgu, Chacabuco 875
Viernes 21 de julio de 2006
MARE NOSTRUM, descubrimiento, liberación y conversión del Mediterráneo por una tribu amazónica (1975). Música y libreto de Mauricio Kagel. Dirección musical: Sandro Gorli. Puesta en escena: Mauricio Kagel. Intérpretes: Mauricio Leoni, barítono. Charles Maxwell, contratenor. Divertimento Ensemble: Lorenzo Missaglia, flauta. Christian Saggese, guitarra. Gabriella Bosio, arpa. Luca Avanzi, oboe, Giorgio Casati, violoncello, Riccardo Balbinutti, percusión. Asistente de iluminación: Darío Garegnani.
Por primera vez en nuestro país hemos tenido la oportunidad de asistir a la representación de Mare nostrum. En esta obra, escrita hace más de treinta años, Mauricio Kagel pone al descubierto, en clave de humor crítico, el carácter subjetivo de las interpretaciones históricas, el genocidio perpetrado por los conquistadores europeos en nuestro continente y la deshumanización de los vínculos interculturales. El compositor propone la inversión de los acontecimientos relativos a la conquista de América por los españoles, para ofrecernos un espacio de reflexión acerca de la dominación territorial y cultural en general. En Mare nostrum un imaginario pueblo amazónico atraviesa el océano Atlántico para descubrir el mar Mediterráneo y convertir a su credo a los habitantes de aquella región europea.
Solo dos personajes sobre el escenario en una puesta escénica por demás austera: el barítono Maurizio Leoni, narrador, quien encarnaba a un descendiente del linaje de los conquistadores, y el contratenor Charles Maxwell quien representaba a los habitantes nativos del continente descubierto en este viaje imaginario. Ellos no abandonan sus lugares, sobre unas tarimas ubicadas a ambos lados del escenario, hasta el final de la obra. El argumento se sostiene mediante la continua interacción entre estos personajes y un grupo de instrumentistas, ubicado a nivel del piso de platea, frente a la escena.
El Divertimento Ensemble, agrupación italiana que bajo la dirección de Sandro Gorli ocupó el lugar señalado, ofreció una muy ajustada interpretación de la obra y demostró además una gran precisión técnica en la ejecución de cada uno de los instrumentos que lo integran: flauta, guitarra o laúd alternativamente, arpa, oboe y violoncello, junto a un amplio set de percusión.
La parodia crítica es llevada al extremo en Mare nostrum mediante recursos diversos: desde la utilización de instrumentos específicos y con función claramente diegética sobre el escenario, hasta la interpolación de fragmentos musicales que son propios del “patrimonio musical europeo”, deformados y reprocesados en el contexto musical creado por Kagel. Así emergen del continuo sonoro fragmentos de un barroco Stabat Mater, que pide clemencia en la voz del conquistado, o de una Marcha turca que suena mucho más “turca” que la que imaginó Mozart hace más de doscientos años, rescrita por Kagel a partir de escalas orientales, luego de que el narrador nos cuente la experiencia de los conquistadores al llegar a caballo hasta el extremo este del continente Europeo.
El compositor argentino se refirió a esta obra como “amable vendetta” y eligió para el narrador (conquistador) el lenguaje del conquistado: un español muy rústico, lleno de errores que además son aprovechados para generar doble sentido. Acerca de su paso por el territorio galo, el narrador comenta: “Sí. Así fue. Mucho era incompresible, como siempre que cantan los blancos. La voz interior de esta tribu parecía ser a menudo imperiosa. ¡Con razón resonaba tanto! ¿Nocierto? ¿No es cierto? Concierto…”
La interpretación de Maurizio Leoni ha sido brillante al respecto. El barítono italiano posee una excelente pronunciación del idioma español que además debió ser deformado de acuerdo al dictamen del libreto. La actuación de Charles Maxwell no ha sido menos meritoria que la de su compañero. El contratenor de Carolina del Norte demostró una gran versatilidad en escena al interpretar un personaje de extraña naturaleza. Por momentos mujer, por momentos hombre, pájaro o ángel negro, corporiza en su persona la figura de los pueblos oprimidos. Este multifacético personaje sucumbe finalmente al exterminio del conquistador. Sus cualidades físicas son aprovechadas por la puesta para aumentar la paradoja que produce la inversión de los roles históricos propuestos desde el libreto.
Sobre el final de la obra, el conquistador proveniente de una tribu amazónica, pero interpretado por un italiano de pura cepa, clava una daga en la espalda del europeo conquistado, que paradójicamente es interpretado por este hombre norteamericano de color. Quizá sea fortuito el hecho de que estos artistas confluyeran en la representación de Mare nostrum, sin embargo el resultado que generan ambos cuerpos en el centro del escenario, es ni más ni menos que la repetición de la consabida imagen de dominio de un pueblo sobre otro, prejuicio racial mediante; como si ni siquiera la inversión imaginaria de los hechos históricos pudiera remediar aquellos tristes acontecimientos que tuvieron a nuestro continente como escenario y que en la actualidad han sido soslayados bajo el festejo de un feriado en el calendario anual.
Sin perder de vista el contexto de creación de esta perla del teatro musical contemporáneo, Mare nostrum se revela todavía actual en su forma y contenido. Sin embargo, el tiempo transcurrido ha suavizado profundamente su carácter provocativo para convertirla en una parodia simpática de la cultura occidental y cristiana.
Lisa Di Cione
Fotografía gentileza Teatro Colón
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