“La carrera del libertino” en el Teatro Colón : Una ópera sobre la modernidad

La última ópera del compositor ruso volvió al escenario del Teatro Colón tras veintidós años, con una destacada dirección musical de Charles Dutoit y una olvidable puesta escénica de Alfredo Arias | Por Ernesto Castagnino

 
Ben Bliss (Tom Rakewell), Christopher Purves (Nick Shadow) en la escena inicial de The Rake's Progress, Teatro Colón, 2023

THE RAKE’S PROGRESS (La carrera del libertino), ópera en tres actos con música de Igor Stravinsky y libreto de W. H. Auden y Chester Kallman. Función del jueves 20 de julio de 2023 en el Teatro Colón. Dirección musical: Charles Dutoit. Dirección escénica: Alfredo Arias. Escenografía: Julia Freid. Vestuario: Julio Suárez. Iluminación: Matías Sendón. Elenco: Ben Bliss (Tom Rakewell), Christopher Purves (Nick Shadow), Andrea Carroll (Anne Trulove), Patricia Bardon (Baba La Turca), Hernán Iturralde (Trulove), Alejandra Malvino (Mamá Oca), Darío Schmunck (Sellem), Alejandro Spies (Guardia del manicomio). Orquesta y Coro Estables del Teatro Colón. Director de coro: Miguel Martínez.

La serie de grabados llamada La carrera del libertino del inglés William Hogarth (1697-1764) narra las vicisitudes de un joven que, tras heredar gran cantidad de dinero se extravía en el abismo de las tentaciones y vicios propios de la gran ciudad perdiéndolo todo, salvo el amor de su fiel novia. Igor Stravinsky al contemplar los ocho grabados de Hogarth en una exhibición en Chicago de 1947 decidió componer una ópera sobre esa trama, estrenada en La Fenice de Venecia en 1951.

Los autores del libreto, el poeta W. H. Auden y el dramaturgo Chester Kallman, transformaron esta historia del siglo XVIII en una fábula moral que aborda los grandes problemas de la modernidad: en cierto modo sátira acerca de las convenciones del arte, también reflexión filosófica sobre la libertad y el deseo, y, por qué no, manifiesto acerca de la alienación del hombre en el capitalismo. Incorporaron al personaje de Nick Shadow —referencia al Mefistófeles goethiano— que acompaña como una sombra al influenciable Tom, y transformaron a la vieja rica de los grabados en Baba la Turca, una mujer barbuda.

Punto culminante del período neoclásico del compositor, The Rake's Progress (La carrera del libertino) es un verdadero tributo a la ópera mozartiana. En palabras del compositor: “Puesto que yo había elegido una obra de tema histórico, decidí asumir —y eso lo consideré de los más natural— las convenciones de la época en la que se sitúa la acción de la ópera. En consecuencia, The Rake’s Progress es una obra de convenciones, y hay que tener en cuenta que tales convenciones han sido objeto de condena en todos los círculos respetables (esto es, progresistas) por considerar que son letra muerta desde hace mucho tiempo. Al volver a utilizarlas hoy no he intentado en modo alguno adaptarlas al gusto actual o hacerlas modernas —eso habría sido francamente contradictorio—; carezco de la ambición de ser un reformador, al menos en la medida de un Gluck, un Wagner o un Berg. Esos grandes progresistas buscaron la manera de abolir o transformar los mismos clisés que yo he intentado utilizar de nuevo, aunque ese retorno a las formas arcaicas no signifique en modo alguno que pretenda yo suplantar sus reformas, que a su vez se han convertido en convenciones, como en el caso de los sistemas de leitmotiv de Wagner y Berg”.

 
Patricia Bardon (Baba la turca), junto a Alfredo Arias y el Coro Estable, en la escena final de la primera parte de The Rake's Progress, Teatro Colón, 2023

La última producción de esta ópera en el Teatro Colón en 2001 había contado con el mismo director escénico que asumió en esta oportunidad la responsabilidad de contar las desventuras de Tom Rakewell: el prestigioso Alfredo Arias. Los resultados en esta oportunidad no fueron tan afortunados como en aquel momento y bordearon el tedio. La propuesta de Arias consistió en una escenografía única para los tres actos: una mesa de disección anatómica rodeada de gradas en torno las cuales se desplazan los personajes sin ninguna referencia que indique cambios de lugar y paso del tiempo. No solo la alegoría se agotó rápidamente —presentar la obra como una “disección” del alma humana— sino que se tornó visualmente monótono y —estoy seguro— difícil de seguir para un espectador no familiarizado con la trama.

El aspecto musical salvó la velada. La dirección musical de Charles Dutoit fue todo lo detallista y preciosista que requiere esta partitura, en la que Stravinsky se adentra en terrenos casi camarísticos además de incursionar en arcaísmos como el uso del clave, aquí magníficamente ejecutado por Manuel de Olaso.

Las voces tuvieron un gran nivel comenzando por la pareja protagonista: la soprano Andrea Carroll posee un instrumento de bellísimo timbre y buena proyección, mientras que Ben Bliss se mostró como un buen intérprete —además de buen cantante— capaz de reflejar la evolución del libertino en su caída a la locura. Christopher Purves fue creciendo conforme avanzaba el drama y, si bien no cuenta con un volumen imponente, ofreció en “I burn! I freeze!” una despedida digna de Lucifer. La mezzosoprano irlandesa Patricia Bardon dominó su escena como Baba la Turca, la mujer barbuda con la que Tom se casa por esnobismo y aburrimiento.

 
 Ben Bliss (Tom Rakewell) y Andrea Carroll (Anne Trulove) en la escena final de The Rake's Progress, Teatro Colón, 2023

El elenco se completaba con el Trulove de Hernán Iturralde, Alejandra Malvino como Mother Goose, Darío Schmunck en el rol del subastador Sellem (juego de palabras con sell them) y Alejandro Spies como el Guardia del manicomio.

Con el epílogo moralizante, que imita el final del Don Giovanni mozartiano en el que los protagonistas transmiten la moraleja de cara al público, se cerró esta gran versión musical de una ópera fundamental del siglo XX que, esperemos, no tarde otros veinte años en volver.

Ernesto Castagnino
ecastagnino@tiempodemusica.com.ar
Julio 2023

 

Para agendar
La temporada lírica continúa con Il trovatore de Giuseppe Verdi el 11, 15, 17 y 20 de agosto con las actuaciones de Anna Netrebko, Yusif Eyvazov, Fabián Veloz y Anita Rachvelishvili. Las localidades se encuentran a la venta en www.teatrocolon.org.ar y también en la boletería del Teatro Colón, Tucumán 1171, de lunes a sábado de 9.00 a 20.00 y domingos de 9.00 a 17.00.

 

Imágenes gentileza Teatro Colón / Fotografías de Máximo Parpagnoli y Arnaldo Colombaroli
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Comentarios

  1. Es bueno leer estos comentarios porque a mi me pasó lo que se dice aquí, en un momento, ya avanzada la ópera me atacó una especie de aburrimiento. Demasiado estática, demasiado mismo escenario, pero el final, ese duo de la escena final fue muy bello. Es raro ver una opera del siglo XX con la estructura del siglo XVIII. El clave en el recitativo fue apoteótico.

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  2. Vuelvo a pensar en esta obra compuesta en el Siglo XX pero con la estructura del renacimiento y sobre cuadros del siglo XVIII y me doy cuenta de que cuando sucede algo asi, tanto en el teatro, como en el cine y en este caso la ópera, lo que se quiere es llamar la atención sobre algo que ya sucedió en otra época y que está volviendo a suceder. Lo dicen al final, cuando los protagonistas más que una cita moralizadora lo que hacen es un comentario aclaratorio. Dicen algo asi como cuidado, que la carrera del libertino se vuelve a dar pero quizás con otras formas. Y creo que le está hablando a la sociedad y no a un individuo. Eso me parece a mi.

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