La mezzosoprano checa y la orquesta fundada por Andrea Marcon ofrecieron un excelente concierto dedicado a la música barroca. Por Ernesto Castagnino
Recital de MAGDALENA KOŽENÁ, mezzosoprano. Junto a la ORQUESTA BARROCA DE VENECIA. Concierto del Ciclo Grandes Intérpretes realizado el jueves 29 de septiembre de 2022 en el Teatro Colón. Arias de Alcina de George Friederic Handel. Conciertos de Antonio Vivaldi, Pietro Locatelli y Alessandro Marcello.
Son seis las arias destinadas a la protagonista de la ópera Alcina (1735) de George Frideric Handel y Magdalena Kožená las cantó todas en este recital respetando, además, el orden en el que están ubicadas en la obra. Alcina, un rol destinado a la voz de soprano, ha sido en el último tiempo abordado por mezzosopranos con sólido registro agudo, como Joyce DiDonato en 2009. La cantante checa no ha cantado el rol en escena aún, pero tiene previsto debutarlo en febrero de 2023 en París junto a Marc Minkowski y Les Musiciens du Louvre.
El de Alcina es un personaje complejo, una villana sin dudas, pero capaz de redimirse sobre el final cuando el amor verdadero toca a su puerta. El arco dramático que recorre el personaje a través de sus seis arias fue recreado a través de una profunda y matizada interpretación. Kožená transmitió a la hechicera orgullosa y seductora de las primeras arias (“Dì, cor mio, quanto t’amai” y “Sì, son quella”), para luego deslizarse a los celos y el despecho en “Ah, mio cor”, “Ombre pallide” y “Ma quando tornerai” y terminar, finalmente, en la resignación melancólica de “Mi restano le lagrime”.
La sólida técnica de la mezzo checa conjugada con su profundo conocimiento del estilo barroco hicieron de esta “presentación” del personaje de Alcina, un interesante evento musical. A partir de un centro del registro vigoroso, prodigó delicados pianissimi en “Sì, son quella”, bella coloratura en los da capo y un suave legato con el que hilvanaba sus lamentos amorosos. Alcanzó, en efecto, los momentos más altos en la interpretación de las arias patéticas “Ah, mio cor” (excepcional acompañamiento de las cuerdas simulando el palpitar de un corazón) y “Mi restano le lagrime”. En lo personal, Kožená mantuvo una cortés distancia con el público, incluso física ya que se mantuvo todo el recital atrás de su atril, y en ningún momento esbozó comentario o diálogo con la audiencia.
La Orquesta Barroca de Venecia, agrupación de instrumentos originales fundada por Andrea Marcon, ya había visitado nuestro país en 2017 junto a la mezzosoprano Romina Basso en un memorable concierto organizado por el Mozarteum Argentino, dedicado a obras vocales e instrumentales de Antonio Vivaldi. En esta oportunidad estuvo ausente su director, quedando el clave a cargo de Giulio De Nardo. Cuatro piezas instrumentales se intercalaron entre las arias handelianas: Introduzione teatrale N° 4 en Sol mayor de Pietro Locatelli, Introducción en Si menor de “La cetra” de Alessandro Marcello y dos conciertos de Vivaldi: el RV 212a para violín y el RV 428 para flauta. El concierto de Locatelli funcionó como un brillante comienzo de la velada y el de Marcello abrió la segunda parte, funcionando, además, como introducción instrumental a la escena “Ah, Ruggiero crudel!... Ombre pallide” de Alcina, que Kožená acometió sin pausa.
El Concierto en Re mayor para violín “Per la Solennità della S. Lingua de S. Antonio in Padua” RV 212a encontró a Gianpiero Zanocco en el rol solista, con un despliegue atlético del manejo del instrumento. La chelista Irene Liebau, abandonó momentáneamente su instrumento para convertirse en solista del Concierto en Re mayor para flauta “Il cardellino” RV 428, extraordinario ejemplo del arte imitativo del barroco. En este concierto, como su nombre lo indica, el instrumento imita el sonido del jilguero (cardellino o gardellino en italiano), ofreciendo un gran lucimiento para el solista.
Tras los intensos aplausos, la
cantante ofreció dos bises: la alegre “Solo quella guancia bella”, de La verità in cimento de Vivaldi y “Lascia ch'io pianga” de la
ópera Rinaldo de Handel, primer y único momento en que la mezzo abandonó el atril
para brindar una intensa interpretación de una de las arias favoritas del
repertorio.
Ernesto
Castagnino
Octubre 2022
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