El cuarteto alemán, de larga trayectoria, brindó excelentes y matizadas versiones de obras de Brahms, Fauré y Mahler. Por Ernesto Castagnino
FAURÉ QUARTETT. Integrantes: Erika Geldsetzer, violín; Sascha Frömbling, viola; Konstantin Heidrich, violoncello; Dirk Mommertz, piano. Concierto realizado el lunes 13 de junio de 2022 en el Teatro Colón, organizado por el Mozarteum Argentino. Obras de Mahler, Fauré y Brahms.
Crear el clima intimista que requiere la música de cámara es uno de los mayores desafíos que enfrenta un conjunto de cámara en una sala de conciertos de dimensiones sinfónicas. En esta oportunidad, el Fauré Quartett de Alemania permitió, en forma inmediata, establecer una comunicación entre el público y las obras, brindando versiones estructuralmente sólidas, pero no carentes de vuelo poético.
La velada comenzó con una versión de una obra de juventud de Gustav Mahler, su Movimiento de cuarteto para piano, violín, viola y violoncello en La menor, la única de sus obras camarísticas que ha llegado a nosotros. El único movimiento de este cuarteto nunca completado tuvo un tratamiento vigoroso y evidenció, desde el comienzo, el grado de cohesión del que puede hacer gala esta agrupación.
La fuerza expresiva con la que atacaron el “Allegro” del Cuarteto con piano N° 1 Op. 15 de Gabriel Fauré, dejan en claro la afinidad de los cuatro músicos con este compositor de quien tomaron el nombre en la fundación del ensamble en 1995. La amplia paleta de colores y contrastes tuvo un desarrollo natural y equilibrado, prevaleciendo siempre las texturas aterciopeladas, aunque sin llegar nunca a lo empalagoso.
Vivaz y extrovertido podría caracterizarse el enfoque con el que acometieron el Cuarteto con piano N° 2 Op. 25 de Johannes Brahms. La cualidad sinfónica que el compositor alemán imprimió también en sus obras de cámara llevó a Arnold Schönberg a crear una versión orquestal de esta pieza en 1937. Sin resignar nunca la claridad en la exposición de los desarrollos temáticos, el brillo y la energía dominaron una ejecución apasionada que se coronó con el deslumbrante final gitano del cuarto movimiento. Un enfoque alejado de la más habitual sobriedad brahmsiana, pero igualmente convincente.
A la merecida ovación sucedieron dos bises: Fauré-Tango, una especie de pasticcio piazzoliano creado por el pianista Eduardo Hubert para la agrupación y el arreglo para cuarteto de la bella canción de Gabriel Fauré “Apres un rêve”, una de sus piezas más célebres.
Un concierto de altísimo nivel presentando obras poco frecuentadas en versiones estimulantes y originales.
Ernesto Castagnino
ecastagnino@tiempodemusica.com.arJulio 2022
Fotografías
gentileza Mozarteum Argentino
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